RAZAS HOSTILES
Por razas hostiles, el mundo humano y con anterioridad el mundo elfo designaba a ciertos grupos de criaturas con las que solían mantener relaciones de enfrentamiento. El mundo élfico lo hizo por considerarlos primitivos y salvajes, apenas animales… el mundo Humano, atendiendo a estos mismos patrones heredados, los combatió ferozmente y anexionó o los expulsó de las tierras que el incipiente Imperio necesitaba para expandir su poder. Las guerras contra las razas hostiles, como las Cruzadas al Arröstann eran habitualmente utilizadas por los emperadores para reforzar su liderazgo interno y cohesionar su hegemonía.
Dentro de las razas hostiles destacamos a:
GOBLINS
Sobre él había una criatura de pequeño tamaño que lo cabalgaba, lleno de plumas y penachos, armado con una ancha espada de curvada hoja... se parecía vagamente a uno de aquellos orcos, aunque mucho más pequeño y delgado. De su enorme cabeza de rasgos deformes destacaba una desmesurada boca cuyos dientes podrían sin problemas rivalizar con los del animal que montaba. También tenía unas grandes orejas apuntadas, sembradas de adornos; pero, sin duda, eran sus ojos amarillentos y la mirada feroz que en ellos habitaba lo que llenó de pánico a la joven.
—¡Goblins! —recuerdo aquella frase entresacada de mi memoria... «donde hay orcos hay goblins...».
Dentro de las razas hostiles destacamos a:
GOBLINS
Sobre él había una criatura de pequeño tamaño que lo cabalgaba, lleno de plumas y penachos, armado con una ancha espada de curvada hoja... se parecía vagamente a uno de aquellos orcos, aunque mucho más pequeño y delgado. De su enorme cabeza de rasgos deformes destacaba una desmesurada boca cuyos dientes podrían sin problemas rivalizar con los del animal que montaba. También tenía unas grandes orejas apuntadas, sembradas de adornos; pero, sin duda, eran sus ojos amarillentos y la mirada feroz que en ellos habitaba lo que llenó de pánico a la joven.
—¡Goblins! —recuerdo aquella frase entresacada de mi memoria... «donde hay orcos hay goblins...».
EL ENVIADO. Libro I
Emparentados ligeramente con los orcos son mucho más pequeños y débiles físicamente que aquellos y fue frecuente su dominación por parte de los primeros. Compensan su falta de corpulencia física con su número, emboscando y atacando objetivos poco defendidos. Su historia va ligada a la de los orcos en casi todos los aspectos y su suerte ha sido en buena medida la misma que la de sus primos lejanos. Igual que aquellos tienen una cultura bárbara que ha derivado fundamentalmente a la caza y al saqueo como fórmulas se subsistencia. Suelen establecer lazos con clanes orcos estableciendo una relación de sumisión y protección. Los orcos suelen utilizarles de vanguardias rastreadoras, aprovechando su mayor velocidad, su pequeño tamaño y su conocida habilidad para montar lobos. Conviven con ellos, dentro de las aldeas y refugios orcos, donde, no obstante, siguen manteniendo su propia organización social, jerarquía y sus creencias shamánicas, heredadas de sus protectores.
Nota: La imagen corresponde al universo de Warhammer y sólo tiene función de ambientación.
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