Las Iglesias. (Generalidades).
La mayor parte de los cultos religiosos se organizan bajo la estructura de Iglesias, con templos, santuarios y una organización sacerdotal que mantiene el culto y asiste a los fieles. La importancia y extensión de estos santuarios y cultos depende directamente del número de adoradores y la importancia que para la cultura tenga la divinidad en concreto. Las iglesias más importantes suelen poseer extensos patrimonios, grandes templos principales, muchos secundarios y un sin fin de santuarios menores, así como una pléyade de sacerdotes y sacerdotisas a su cargo. Las más modestas se contentan con mantener altares públicos y algún santuario específico o principal en alguna ciudad o región destacada.
Las iglesias más poderosas mantienen sus propios ejércitos, sobre todo los de divinidades con alguna advocación marcial. Buena parte de estos ejércitos funcionan como auténticas órdenes militares, con su propia jerarquía, alcázares y una dotación importante de clérigos-guerreros, habitualmente mandos sobre su estructura de milicia básica, reclutada entre los fieles. Algunas de ellas, como la de Yelm o la de Misal su poder les hace disponer de feudos propios e incluso, como el caso de la primera, han establecido alianzas con las distintas monarquías, siendo garantes de la estabilidad política. Quizá la Orden Militar más poderosas de todos los tiempos fue la Orden de los Caballeros Jerivha, hoy extinta, en cuanto a su poder político se refiere, de ancestral fundación y aliados del viejo imperio al que sirvieron de guardianes de la fe y auténticos inquisidores.
Menos numerosos son los grupos y cultos regulares (que siguen una Regla), la mayoría derivados de la divinidad mística élfica por antonomasia, Cleros. En estas órdenes de monjes, de actividad menos pública y mucho más vinculadas con la espiritualidad y su función social (sus monasterios solían ser grandes centros agricultores y de difusión cultural) se podrían incluir los monjes de Soros o las de Minos, el Discípulo. Habitualmente engrosan la filas de las divinidades del orden Neutral, por definición, los garantes del equilibrio entre las otras dos sendas antagónicas. Algunos de estos monjes, como los Kurawa, también son guerreros que usaban sus artes de combate como defensivas, muchas de ellas enseñadas a los campesinos a su cargo, con objeto de procurarles protección ante quienes quisieran aprovecharse de su condición más débil. Algunas de ellas, caso mismo de los Tamy’Kurawa y buena parte de los Cleriannos, han dejado incluso de adorar a divinidades concretas (o nunca lo hicieron), llevando al extremo la espiritualidad emanada de las enseñanzas Cleriannas y se centran en la elevación de la conciencia individual. Esto les ha repercutido cierta animadversión por parte de las órdenes más clásicas y alguna hostilidad por parte de los estados y reinos apoyados por Iglesias dominantes.
No comments:
Post a Comment