Las Razas Dominantes, Esbozos.
Se establecen en este apartado las claves para conocer algunas de las más notables razas que pueblan El Mundo Conocido. A pesar de su extensión no debe entenderse este apartado como una descripción exhaustiva de dichas razas, sólo meros apuntes aproximativos que las definen de manera general.
Enanos.
“Puedes pasar toda una vida tratando de imaginar cómo se movería un enano, qué aspecto tendría en carne y hueso, qué se siente al tenerlo ante tus ojos, mientras él te mira y habla... Te preguntas si resulta tan asombrosamente pequeño como dicen, si caminará con torpeza a causa de sus miembros cortos y rechonchos o si aquéllos serán deformes y arqueados... ¿cuánto puedes fiarte de las descripciones en las novelas, o de las escenas de cine...? En poco o nada podrías llegar a acercarte a la realidad, ya que todos los referentes que tenemos de ellos, todo lo que se ha dicho o intentado mostrar de su aspecto y costumbres es tan sólo una verdad a medias.”
El Enviado, Libro I.
Cuenta el Rabarnaka que cuando los dioses decidieron crear a sus criaturas durante las guerras entre dioses, Mostal decidió tallar en piedra a unos seres tan magníficos que cuando los presentó a sus hermanos divinos y éstos los compararon con sus creaciones quedaron tan abrumados que le exigieron, para compensar, que les cortase las piernas y los enterrase muy profundamente bajo la tierra para sí alejarlos de los suyos. Dicen que Mostal se vio obligado a aceptar pero que sus criaturas, después de hacer de las profundidades su hogar y convertirse en los Señores del Metal y la Roca, cavaron desde las profundidades y lograron salir al mundo para dominarlo.
No existe un criterio homogéneo para definir al estereotipo enano porque éste caería siempre en tópicos que no pueden ser generalizables. En cualquier caso es una raza de corta estatura que ronda el metro treinta centímetros de estatura media, con una gran densidad muscular y cuerpos compactos y recios, de abundante pelo corporal donde destacan sus barbas frondosas e hirsutas y su reverberante voz cavernosa. Existen más de 1.200 castas enanas distintas, todas ellas con notables diferencias regionales, culturales y dialectales que hacen que dos enanos de latitudes dispares sean extraordinariamente distintos en casi todos sus matices. Grandes guerreros y fabricantes, sobre todo los clanes del norte, centro y oeste; buenos comerciantes y marineros los del este, comparten una estructura social basada en las Hermandades, Fratrias y Gremios.
De su urbanismo suele ser representativa la Ciudad-Montaña; colosales bastiones amurallados adheridos a las montañas con varios lienzos de muralla y dos secciones diferenciadas, una en superficie y otra interior que domina una vasta extensión de terrero donde se levantan fortines defensivos, aldeas y colonias sobre todo mineras. Suelen estar gobernados por la figura del Hâram o Hâraní, equivalente al rey, aunque según lugares recibe nombres distintos. En algunos casos algún Hâram recibe de sus vecinos la consideración de primus inter pares (primero entre iguales) siéndole reconocida cierta autoridad moral sobre un grupo de Haraníes, habitualmente emparentados por lazos culturales y/o históricos
Su aristocracia militar recibe el nombre de Masones, en recuerdo a los viejos señores de la Guerra de su época dorada. En todo enano dicen que duerme un guerrero feroz y es cierto. Se organizan militarmente en Compañías y Cohortes, especialmente los Enanos del Nwandii (Oeste). El espacio natural del enano es la batalla y de ella extrae sus mayores méritos y honras para con sus iguales. Una herida de batalla (que deje una hermosa y evidente marca) suele ser más preciada que cualquier distinción militar. Su carácter es franco, bronco y pendenciero. Tienen fama de exagerados y de tener mal carácter, aunque también de temerarios, orgullosos y muy leales a sus principios y a sus camaradas. El honor de la palabra dada es muy importante para la mayoría de ellos. Abiertamente misóginos, el papel de la mujer en el ámbito enano suele quedar en un plano doméstico y secundario. En cualquier caso, sobre todo en referencia a los clanes de enanos del Este, todos estos aspectos merecerían muchas matizaciones.
Se establecen en este apartado las claves para conocer algunas de las más notables razas que pueblan El Mundo Conocido. A pesar de su extensión no debe entenderse este apartado como una descripción exhaustiva de dichas razas, sólo meros apuntes aproximativos que las definen de manera general.
Enanos.
“Puedes pasar toda una vida tratando de imaginar cómo se movería un enano, qué aspecto tendría en carne y hueso, qué se siente al tenerlo ante tus ojos, mientras él te mira y habla... Te preguntas si resulta tan asombrosamente pequeño como dicen, si caminará con torpeza a causa de sus miembros cortos y rechonchos o si aquéllos serán deformes y arqueados... ¿cuánto puedes fiarte de las descripciones en las novelas, o de las escenas de cine...? En poco o nada podrías llegar a acercarte a la realidad, ya que todos los referentes que tenemos de ellos, todo lo que se ha dicho o intentado mostrar de su aspecto y costumbres es tan sólo una verdad a medias.”
El Enviado, Libro I.
Cuenta el Rabarnaka que cuando los dioses decidieron crear a sus criaturas durante las guerras entre dioses, Mostal decidió tallar en piedra a unos seres tan magníficos que cuando los presentó a sus hermanos divinos y éstos los compararon con sus creaciones quedaron tan abrumados que le exigieron, para compensar, que les cortase las piernas y los enterrase muy profundamente bajo la tierra para sí alejarlos de los suyos. Dicen que Mostal se vio obligado a aceptar pero que sus criaturas, después de hacer de las profundidades su hogar y convertirse en los Señores del Metal y la Roca, cavaron desde las profundidades y lograron salir al mundo para dominarlo.
No existe un criterio homogéneo para definir al estereotipo enano porque éste caería siempre en tópicos que no pueden ser generalizables. En cualquier caso es una raza de corta estatura que ronda el metro treinta centímetros de estatura media, con una gran densidad muscular y cuerpos compactos y recios, de abundante pelo corporal donde destacan sus barbas frondosas e hirsutas y su reverberante voz cavernosa. Existen más de 1.200 castas enanas distintas, todas ellas con notables diferencias regionales, culturales y dialectales que hacen que dos enanos de latitudes dispares sean extraordinariamente distintos en casi todos sus matices. Grandes guerreros y fabricantes, sobre todo los clanes del norte, centro y oeste; buenos comerciantes y marineros los del este, comparten una estructura social basada en las Hermandades, Fratrias y Gremios.
De su urbanismo suele ser representativa la Ciudad-Montaña; colosales bastiones amurallados adheridos a las montañas con varios lienzos de muralla y dos secciones diferenciadas, una en superficie y otra interior que domina una vasta extensión de terrero donde se levantan fortines defensivos, aldeas y colonias sobre todo mineras. Suelen estar gobernados por la figura del Hâram o Hâraní, equivalente al rey, aunque según lugares recibe nombres distintos. En algunos casos algún Hâram recibe de sus vecinos la consideración de primus inter pares (primero entre iguales) siéndole reconocida cierta autoridad moral sobre un grupo de Haraníes, habitualmente emparentados por lazos culturales y/o históricos
Su aristocracia militar recibe el nombre de Masones, en recuerdo a los viejos señores de la Guerra de su época dorada. En todo enano dicen que duerme un guerrero feroz y es cierto. Se organizan militarmente en Compañías y Cohortes, especialmente los Enanos del Nwandii (Oeste). El espacio natural del enano es la batalla y de ella extrae sus mayores méritos y honras para con sus iguales. Una herida de batalla (que deje una hermosa y evidente marca) suele ser más preciada que cualquier distinción militar. Su carácter es franco, bronco y pendenciero. Tienen fama de exagerados y de tener mal carácter, aunque también de temerarios, orgullosos y muy leales a sus principios y a sus camaradas. El honor de la palabra dada es muy importante para la mayoría de ellos. Abiertamente misóginos, el papel de la mujer en el ámbito enano suele quedar en un plano doméstico y secundario. En cualquier caso, sobre todo en referencia a los clanes de enanos del Este, todos estos aspectos merecerían muchas matizaciones.
Desde el punto de vista histórico, los enanos tuvieron una fase hegemónica al final de la Edades Míticas y casi se puede decir que son los responsables de hacer entrar al mundo en la historia. Su Rabarnaka es de los primeros testimonios escritos y en su propia etimología representa muy bien el legado enano: Piedra Escrita. Sin embargo la impronta cultural legada por los enanos es insignificante si hemos de compararla con la élfica. Poco de su cultura trasciende a las nuevas etapas históricas después de su periodo de dominación. Sólo algunos clanes de bárbaros del Ycter-Nevada, humanos, tienen lazos culturales heredados de patrones enanos. Especialmente se vinculan a través de residuos lingüísticos derivado de la adaptación y evolución del viejo Galeno y otros idiomas enanos ya en desuso.
nota: ilustración perteneciente a Warhammer. Su función es meramente ambiental y orientativa. Podría representar a una cuadrilla de oficiales de compañía en cualquier cohorte de enanos del Nwandii.
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